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Sobre el poder de la ética en el deporte


Durante el otoño de 1993, con la ayuda de mi hija Naiara, entrené a un equipo femenino de baloncesto y lo dirigí en la liga de juveniles de segunda categoría organizada por la Federación Vizcaína. Hay entrenadores que sólo, o sobre todo, se afanan en potenciar la técnica. Nosotros intentamos también entrenarles en valores. Entregamos a las jugadoras, junto con otras instrucciones técnicas, un escrito con diez recomendaciones, a modo de decálogo deportivo (expuesto abajo), animándoles a que las asimilasen y pusiesen en práctica. Recordamos con gran satisfacción la rentabilidad de este entrenamiento ético: en dos meses pasamos de las últimas posiciones a las primeras. Creemos sinceramente que nos ayudó la ética. Evoco aquel otoño con gran cariño hacia las jugadoras y con una reforzada creencia en el poder de los valores.


NUESTRO DECÁLOGO DEPORTIVO



Cree en tus posibilidades más que en cualquier otra cosa.

Puedes ser mediana, pero nunca seas mediocre.

Ama el esfuerzo, porque hace milagros.

Aprecia a tus compañeras, porque ello elevará tu autoestima.

No juegues para ti, pues jugarás contra ti.

Tu rival no es tu enemiga, lucha contra su juego pero no contra ella.

No conviertas una victoria deportiva en una derrota moral.

Busca lo que ganas cuando pierdes, pues siempre se gana algo.

Asume que el árbitro tiene razón, aunque se equivoque.

Juega a con-fiar: fíate de tu entrenador para que éste se fíe de ti.




¡Querido amigo Jose Mari!siempre he dicho y mantengo que no sólo eres un hombre de principios sino que vives en base a ellos.Yo te propondría que prepararas una charlas sobre el tema para ver si conseguimos educar a los jugador@s desde los equipos de base. Claro que tambien tendríamos que preparar otro tipo de charlas para educar a los padres a la hora de inculcar el deporte a sus hijos.
Cuando quieras comentamos sobre esta posibilidad. Un saludo
Yolanda Arzamendi

Querida amiga, Yolanda, gracias por tu comentario. Sobre lo que apuntas, matizaría que no es cuestión de charlar sobre ello, sino de ponerlo en práctica. Es una pena que en nuestro club de basket no se practique más el enceste de "balones éticos".¡Con las numerosas oportunidades y ocasiones que propician los entrenamientos, las competiciones y los lances de juego! No sé cómo, pero habría que conseguir que fuese también lúdico, divertido, satisfactorio... eso de ser solidarios, respetuosos, puntuales ...

En cuanto a los padres, y su interés en el deporte de sus hijos, ¿qué voy a decir que no sepas?. El comportamiento de algunos es admirable, pero el de otros deplorable. Son admirables quienes se portan como un arco generoso(tan bien descrito en un poema por Jalil Gibran)que se limita a potenciar el lanzamiento centrífugo de sus hijos, como flechas dirigidas hacia su propio destino, una diana inexorablemente distante. Y son deplorables, e incluso horrorosos, aquellos padres que se sienten propietarios del destino de sus hijos, que se proyectan tanto en ellos que los anulan(Goya los pintó bien en una de sus "pinturas negras", la que representa a Saturno devorando a su hijos).

Un saludo

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José Marí­a
Pérez de Villarreal

Es verdad que "hay muchos caminos que llevan a Roma", pero tu verdad (y la mí­a) es que sólo uno de ellos pasa por ti (por mí­).

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