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Debates electorales TV (1): Solbes vs. Pizarro

La economía fue el campo de juego elegido por los dos grandes partidos de España para exponer sus diferencias con fines electorales en el primero de los debates TV que nos han prometido (o impuesto, como se quejan otros partidos políticos excluidos). Tuvo lugar en Antena 3, la noche del día 21, y porfiaron Pedro Solbes (a la derecha de la foto) y Manuel Pizarro (a la izquierda).


Fue de agradecer que guardasen las formas y practicasen la cortesía. Pizarro incluso loó el buen hacer de Solbes como Ministro de Economía (hasta el punto de parecer incoherente cuando luego abominó de la gestión económica del Gobierno). A cambio, Solbes renunció a mencionar el millonario botín personal que Pizarro ha extraído de Endesa, algunos de cuyos detalles habían asomado en la prensa matinal el mismo día del debate. No sé quién ganó a quién en el campo de la cortesía y respeto mutuo. Pero resultó evidente que ambos ganaron a mucha gente, bocazas y faltona, de sus respectivos partidos.

Pizarro ‘dixit’

Al parecer, fue este nuevo ejecutivo del PP quien tomó la iniciativa hace ya unas semanas, lanzando el guante a Solbes, para debatir sobre la situación económica española. Probablemente lo hizo pensando que la difícil coyuntura económica le ofrecía bazas ganadoras. De ahí su cantinela pesimista a lo largo del debate: España no va bien; es subcampeona europea en inflación; el desempleo ha repuntado; el déficit de balanza de pagos es desbordante; el índice de confianza del consumidor ha caído; la inversión extranjera nos ha abandonado; el actual Gobierno ha despilfarrado la herencia que nos dejaron los anteriores; no se han aprovechado los buenos tiempos para elevar la competitividad de nuestra economía; apenas se ha invertido en I+D+i; hay crisis económica y el Gobierno no ha hecho nada para prevenirla, etc etc; en consecuencia, concluyó, el mayor riesgo para la economía española es que siga el Gobierno ZP. Esto último sonó como un eco del famoso exabrupto de Aznar: “Váyase Sr. González”.

Solbes ‘contradixit’

El actual Ministro de Economía arguyó, por el contrario, que España, a pesar de todas las dificultades que han asomado, no va tan mal, tras haber crecido el PIB un 3,8 % en el 2007 y preverse para este año un crecimiento del 2,7% según la UE; que el diferencial de inflación con respecto a la UME es el mismo que se heredó en el año 2004; que la tasa de paro ha bajado del 11% al 8% bajo el último Gobierno socialista; que la renta per cápita ha convergido más a la media europea; que han aplicado políticas sociales favorables a los colectivos más necesitados; que el esfuerzo público en I+D +i no sólo no se ha estancado sino que ha sido espectacular (mostró cifras y gráficos para contradecir a Pizarro); que el Fondo de Reserva de la Seguridad social se ha incrementado significativamente; que hay margen (superávit público y deuda moderada) para afrontar los nuevos tiempos, que en modo alguno son de recesión o crisis sino de mera ralentización de la economía etc, etc; en resumen, que la crisis sólo está en los deseos del PP, que la está convocando sin fundamento para recabar el voto del miedo.

¿Quién inspiró más confianza?

Como suele suceder en estos debates televisados, probablemente ganó quien menos carencias, errores, e incoherencias evidenció o cometió. En este sentido, hay opiniones para todos los gustos políticos. Obviamente, los ‘peperos’ y medios de comunicación afines han cerrado filas protegiendo a Pizarro, mientras que los ‘sociatas’ han ovacionado a Solbes. Pero, ¿y los demás?. Creo que los ciudadanos no alineados con estas formaciones políticas, en especial, los incluidos en esa bolsa tan codiciada como es la de los indecisos, se habrán inclinado por Solbes. Éste irradió lo que Pizarro aún no tiene, experiencia en gestión macroeconómica y pública. Y en sus aseveraciones y propuestas, se mostró más riguroso o menos demagogo que el ‘ex’ de Endesa (qué desliz más chirriante tuvo éste con las medidas que propuso para reducir el gasto público y compensar, de este modo, las cuantiosas rebajas de impuestos que promete su partido). Pero, sobre todo, fue más coherente. Me explico.

Si estamos en una fase de desaceleración económica, como defiende Solbes, es sensato invitar a la calma, arguyendo que, dado que disponemos de unas finanzas públicas saneadas (como reconoció el propio Pizarro), hay margen presupuestario suficiente para paliar sus efectos de forma automática o discrecional. La previsión del ministro puede estar equivocada, pero su mensaje es coherente.

En cambio, si estamos inmersos en una crisis o recesión, como afirma Pizarro, lo coherente es proponer medidas de choque que acorralen el problema y lo traten directamente, y no confiar el rumbo de la economía y la suerte de los parados al poder del mercado, a la iniciativa privada y a la alegría de los bolsillos particulares animados por reducciones de impuestos. Sin embargo, el candidato del PP a Ministro de Economía habló poco de medidas de urgencia y elogió mucho la virtud del mercado y del genio e ingenio de los agentes privados. Este elogio no sonó oportuno en unos tiempos en que precisamente los mercados financieros, con sus innovadores instrumentos crediticios y sus avispados muñidores, han sido el origen de los problemas que nos acucian. En un planteamiento a largo plazo, se puede discutir si nos conviene adoptar un modelo económico que esté más manejado por la ‘mano invisible’ de Adam Smith que por la mano visible de los Gobiernos. Pero, en el corto plazo, y ante una crisis, no parece oportuno el “Sálvese quien pueda”, sino que sólo valen los salvoconductos directos que dan las acciones del Gobierno.

Sí, creo que Pizarro suscitó menos confianza que Solbes. Pues en un contexto de incertidumbre económica, como en el que ahora estamos, siempre resultan amables, por vagas que sean, las promesas de reforzar los gastos sociales, mientras que espanta cualquier insinuación o mención de políticas de ‘laissez faire’.

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